
programa
Fuerte Fuerte Sevilla dura tres días, el tiempo justo para morir y resucitar. Viviremos juntos este tránsito hacia lo desconocido dejando que la acción se despliegue como una gran EXPERIENCIA compartida.
Una sola OBRA que a ratos tendrá la forma de danzas extáticas, o de un viacrucis, o de un mapa para la búsqueda del tesoro. Un solo CUERPO hecho de carnes distintas, de sangres mestizas, de miembros híbridos y tejidos trasplantados.
TRES DÍAS de diálogo, silencio, dispersión, encuentro, comida, bebida, música y “estares” estelares; tres días abiertos a todas las personas que les apetezca asomarse y convertirse en cómplices y compañeras de viaje.
Una dramaturgia global y alquímica, que se apoya en cuatro líneas transversales:
CHOCHO // RAÍZ // CHORRO // CUEVA
CHOCHO
Es el pensamiento en estado líquido. Es sabroso, puede tocarse. Puede ser penetrado. Fuerte Fuerte no considera espacios para el pensamiento de carácter inmóvil; habla de contextos fértiles para la movilización del pensamiento despersonalizado. De Informalismo Organizado. De Pensamiento Vuelto Acción.
RAÍZ
Fuerte Fuerte acoge una serie de Propuestas Raíz. Entes-artistas, seres-persona, trabajos abiertos; trabajos que vayan hasta el final de su propia esencia, colocándola en comunicación con el espacio y el contexto (el entorno, la memoria del lugar y, sobre todo, el tejido de artistas que se vinculen a esta ocupación).
SITE SPECIFIC + TIME SPECIFIC + PEOPLE SPECIFIC
CHORRO
Una sensación festiva que “te pase por encima”, celebrando la garra de estar aquí. Ideológicamente la acción estará situada entre la Semana Santa y la Feria de abril, y es justamente eso lo que proponemos: hacer todo lo que está en medio de esas dos celebraciones; entre el polvo del albero y la cera derretida que llena los zapatos.
CUEVA
Crear espacios para compartir prácticas y procesos, para que los interventores no se vean abocados a la exhibición, sino al compartir festivo. Colocar un contexto para que las personas puedan interconectarse con el espacio y dejar que nazca la obra desde el diálogo. Por ello hablamos de residir en el lugar, de experiencia, de una Casa Simbólica.
